Por Ángela Beato
Me estreno en este blog colaborativo con un patinazo comercial de libro, cuyas consecuencias no llegaron a perjudicar tanto a la marca como podría haberse sospechado, probablemente porque la marca es un gigante. Me refiero al caso de la camiseta infantil de Zara que se parecía al pijama de los judíos en los campos de concentración nazis.
El parecido, ciertamente evidente, se lo encontraron las redes sociales que comenzaron una campaña denunciando el caso hasta lograr las disculpas de Inditex y la retirada del producto. Sobre los motivos y las consecuencias de esta crisis reputacional hay teorías para todos los gustos. Yo me quedo con la que defiende que sencillamente se trató de un patinazo y la única manera de arreglarlo era la que eligieron: retirar la prenda y pedir disculpas. Lo que me inquieta es que nadie en la cadena de producción de Inditex asociara el diseño a un episodio tan demencial y -yo creía- por todo el mundo sobradamente conocido.
Este caso lo recuerdo y creo recordar que se zanjó rápidamente. Respecto a tu comentario sobre que nadie de Zara relacionara la camiseta con los hechos denunciados eso evidencia que todo depende de la mirada y el prisma con el que se ven las cosas. Eso mismo se podría aplicar al post de Lilian de Saba, cada uno tenía una visión muy diferente de un tampón femenino. Ello a veces justifica las reacciones por parte de las empresas comunicadoras a admitir su fallo y simplemente es que ellos no lo ven así y les cuesta verlo de otro modo
ResponderEliminarLo importante en este caso es que Inditex supo reaccionar a tiempo, reconoció su error y retiró la prenda del mercado, otra cosa es que estuvieran de acuerdo, o no, con el motivo que levantó aquel escándalo. Cuesta creerlo, pero la camiseta estaba lista para la venta cuando las redes sociales dieron su veredicto: esa prenda hería la sensibilidad de millones de personas y no se debe comerciar con el dolor del pueblo judío.
ResponderEliminarLo importante en este caso es que Inditex supo reaccionar a tiempo, reconoció su error y retiró la prenda del mercado, otra cosa es que estuvieran de acuerdo, o no, con el motivo que levantó aquel escándalo. Cuesta creerlo, pero la camiseta estaba lista para la venta cuando las redes sociales dieron su veredicto: esa prenda hería la sensibilidad de millones de personas y no se debe comerciar con el dolor del pueblo judío.
ResponderEliminar¡Ángela, muchas gracias por compartir este caso porque no lo conocía! Es un buen ejemplo de cómo un mínimo fallo en el proceso productivo puede afectar a la comunicación de una marca, a su reputación global y a su posicionamiento en el sector.
ResponderEliminarEstá claro que Zara no acertó en diseñar esta camiseta, además, teniendo en cuenta que ya le había pasado antes tendría que tener más cuidado en este tipo de cosas. Anteriormente le pasó con un bolso y una esvástica verde, también lo retiro.
ResponderEliminarhttp://www.abc.es/estilo/moda/20140827/abci-otras-prendas-retiradas-zara-201408271612.html
Recuerdo, que al poco tiempo de esta camiseta, Mango tuvo un problema similar con una blusa que tenía rayos similares a la S de las SS. También las tuvo que retirar. En este caso, salieron a la defensiva diciendo que tenían otras blusas con corazones y esto era la interpretación de la gente. No creo que fuera la reacción más adecuada. Solamente les perjudica.
En estos casos, creo que no queda otra que retirar la prenda, asumir el error y pedir perdón. Eso sí, hay que intentar no cometer estos errores que pueden causar un gran daño a la reputación de la marca.